viernes, 30 de octubre de 2020

¿Qué es el federalismo?

 En 2020, en el contexto de una crisis económica severa agravada por la pandemia y de confrontación entre los partidos políticos de oposición, por un lado, y el Ejecutivo federal, por el otro, surgió la idea del gobernador Enrique Alfaro, de Jalisco, de separar al estado que gobierna del pacto fiscal. Su idea fue criticada por analistas y políticos rivales quienes aseguraron que buscaba sacar a Jalisco del pacto federal, lo cual es anticonstitucional por cuanto un estado libre y soberano no está facultado para salir de la Federación. En esta confrontación se disputan recursos fiscales que bajo el pacto fiscal, la Federación redistribuía a los estados, y el bando que se opone al Ejecutivo federal se autodenomina "Alianza Federalista". Dicho grupo decidió abandonar la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), grupo en el que participaban los representantes del Ejecutivo de cada estado.

Entre las razones aducidas por los gobernadores que dejaron la conferencia estaba la necesidad de integrar un "federalismo renovado, más fuerte y más equitativo". El federalismo, como forma de organización política de los estados tiene una larga historia en México, remontándose su conformación a los primeros años de la vida independiente del país. Precisamente el estado que gobierna Enrique Alfaro, Jalisco, fue uno de los proponentes de establecer la República Mexicana como una federación al declararse estado libre y soberano en 1824. ¿Pero en qué consiste esta forma de organización estatal?


Federalismo, definición básica.

La Real Academia Española define "federalismo" como:

1. Sistema de federación entre corporaciones o estados.

2. Teoría o corriente política que defiende los principios de la federación.

Todo muy bien pero ¿qué implica para un grupo de estados federarse? Para entenderlo, debemos trabajar con una categorización tripartita de los regímenes estatales en función de el balance de poder y atribuciones entre el todo (el gobierno nacional) y las partes (los estados, provincias o departamentos, en general, las divisiones administrativas o políticas).

Colocando en un espectro dichas formas de organización, donde hacia la izquierda se situaran los regímenes donde el poder está más concentrado en el gobierno nacional y hacia la derecha fueran los estados o provincias los que tuvieran más atribuciones, tendríamos la siguiente clasificación:


El extremo donde el gobierno federal tiene la mayor parte del poder y las atribuciones se conoce como centralismo o en algunos países, unitarismo. La mayoría de países más pequeños (y excepciones como Francia) adoptan esa forma de gobierno donde el nivel nacional "centraliza" el poder mientras las partes "departamentos" tienen funciones meramente administrativas.
En el otro lado del espectro están los países donde las partes tienen una considerable autonomía, y el gobierno nacional se encarga de muchos menos aspectos, como la defensa nacional o la representación diplomática ante países extranjeros. Como ejemplo de ellos tendríamos a Suiza (cuyo nombre oficial es Confederación Helvética), cuyas partes constitutivas o cantones, tienen una larga historia de autonomía, incluso frente a países extranjeros que los rodean, como Francia o Alemania. Esta formación preserva la autonomía de las partes en lugares donde las localidades fueron fuertes históricamente y se unificó al país únicamente para preservar la existencia de los gobiernos regionales. Un ejemplo histórico de confederación muy laxa fue el Sacro Imperio Romano Germánico.

Como una especie de término medio se puede clasificar al federalismo. En la forma de gobierno federal, el gobierno nacional representa al país frente a los otros estados, defiende al país de enemigos externos e internos, y (probablemente lo más importante) recauda fondos para mantener dichas funciones. Los estados, por otra parte, tienen también sus sistemas recaudatorios y funciones de protección y fomento respecto a sus habitantes. El gobierno en dichos países adopta una estructura de tres niveles (nacional, estatal y local), que teóricamente son autónomos entre sí y mantienen una separación entre sus funciones y esferas de atribución pero cooperan por el bienestar de la población y la estabilidad del mismo gobierno.

La mayoría de países en el mundo que adoptaron la forma de gobierno federal son bastante grandes en extensión o diversos en su población, destacando como ejemplos la Federación Rusa, Canadá, Australia, India, los Estados Unidos, México, Brasil, Argentina, entre otros. Los motivos para la adopción de la forma federal de gobierno por un estado sigue generalmente la evolución histórica de cada país, en el caso de los países angloparlantes un gobierno descentralizado por parte de Gran Bretaña favoreció la autonomía de las partes, en el caso de Alemania (inicialmente Alemania Occidental) se buscaba evitar la concentración de poder que permitió a los nazis erigirse como partido totalitario, en la India la enorme diversidad cultural y étnica del país llevó a buscar una solución de compromiso a la pluralidad que se traducía en multitud de grupos políticos.

Países con forma de gobierno federal (resaltados en verde)

Federalismo en México
En América Latina, países como México o Argentina sufrieron conflictos políticos entre las tendencias centralistas (unitaristas en Argentina) y federalistas para definir la forma de gobierno. Alternativamente, México fue federalista, posteriormente centralista, y de nuevo federalista hasta nuestros días. Una interpretación señalaba que en México el federalismo fue una importación del modelo adoptado por los Estados Unidos pero Nettie Lee Benson refutó dicha concepción, al señalar que los antecedentes de los estados libres y soberanos erigidos en 1824 en realidad databan de las diputaciones provinciales creadas en los años finales del período colonial.

Como quiera que haya sido, las disputas por la organización de la nación permiten suponer que la conformación de México como país federal no fue fácil, en particular por la cuestión fiscal (que es el centro de la disputa actual entre la Alianza Federalista y el gobierno federal) ya que el gobierno federal tenía muy escasas formas de recaudar impuestos (notablemente aranceles al comercio exterior) y dependía de una contribución de los Estados (el llamado "contingente") que en muy pocas ocasiones se cumplió. Posteriormente el gobierno federal fue ganando fuerza hasta llegar a su máximo en el siglo XX, cuando se comenzó a revertir esa tendencia, y se creó el llamado "pacto fiscal", como un acuerdo para asignar entre gobiernos locales y nacional la recaudación (los impuestos y cuotas que cobra el gobierno) y el ejercicio de los recursos (gasto fiscal). En este sentido, la demanda de los gobernadores, quienes consideran que se les "estafa" al dárseles menos recursos en su opinión que lo que sus estados aportan es una constante no sólo en la historia de México, sino en otros países, como en España (donde las autoridades de Cataluña señalaban que eran "despojados" por el gobierno nacional).

En conclusión, la difícil situación económica y financiera del país, combinada con la percepción de un gobierno que ejerce el gasto de forma discrecional o inequitativa, llevó a los gobernadores a pedir que se replanteé la forma en que los recursos se reparten entre los miembros "de la casa". Es poco probable que el Norte se separe al estilo de la Confederación de Estados de América (con una guerra civil de por medio) pero dicho evento sí señala un conflicto político que quedará para la historia como un episodio más de la compleja historia del federalismo en México.