martes, 10 de diciembre de 2019

La Revolución Cultural en China: ¿lucha de clases o rompimiento de la tradición?

A lo largo de gran parte de la milenaria historia china la tradición confuciana destacó como la base de la sociedad y el Estado, al promover el orden y el respeto a la autoridad. Anclada en los rituales se sustentaba la estabilidad social que se encarnaba en el Estado y la familia. Los súbditos debían obedecer al Emperador, los hijos debían venerar a sus padres y ancestros, el aprendiz debía respetar al sabio, mientras que las figuras de autoridad debían mandar con justicia y templanza. Es muy posible que el confucianismo haya cimentado en una moral práctica las antiquísimas costumbres de la civilización china, y al convertirse en la ideología oficial del Imperio, se enraizó como algo más que una religión: un modelo de civilización.

Confucianism: Ancient History Encyclopaedia

Sin embargo, las revoluciones y cambios dinásticos sacuden la historia china, de forma que la visión histórica cíclica de dicha civilización cobra sentido. De forma aparentemente contradictoria pero acorde con la cosmovisión china tradicional conviven el cambio con la permanencia, el orden con la revolución. Las dinastías eran bendecidas por el Cielo al respetar la tradición pero perdían su Mandato al corromperse y romper el pacto social, y así transcurrió la historia de China hasta el siglo XX, cuando cae la última dinastía (Qing, conocida también como Manchú) e inaugurarse la primera República China. ¿Se habría roto la larga cadena de cambio y estabilidad?

En 1949 tomó el poder en China el Partido Comunista (PCCh) y consagró como ideología oficial el marxismo reinterpretado por Mao Tse-Tung. El materialismo histórico, tal como fue predicado por Karl Marx y Friedrich Engels, postula que la historia escrita de la humanidad es una continua lucha entre clases suscitada por la pugna por los medios de producción, la cual por medio del cambio dialéctico va transformando las estructuras de la civilización. El marxismo se originó en una sociedad en proceso de industrialización y como tal respondía a las contradicciones propias de su medio, pero paradójicamente triunfó allí donde se suponía no existía el desarrollo capitalista, sino que se mantenían las estructuras feudales, es decir, en Rusia inicialmente y China después.

Maoism: Encyclopaedia Britannica

El maoísmo se sustentaba en la clase campesina, en ausencia de un proletariado industrial insignificante en China, y sustituía con fervor y trabajo los obstáculos teóricos y reales que la construcción del socialismo presentaba a la República Popular China. La vía china al socialismo fue divergiendo al paso de los años de la ruta soviética, en particular tras la muerte del dictador Stalin en 1953, dando paso a un enfriamiento de las relaciones entre la URSS y la República Popular China. Mao advirtió a sus seguidores del peligro que entrañaba la burocratización de los cuadros revolucionarios inherente al proceso de construcción del Estado. No sólo esto era negativo en la ideología marxista (pues se corría el peligro de conformar una nueva burguesía) sino recordaba al pasado feudal chino, con sus clases de letrados privilegiados por el Imperio. Había que romper esa tendencia.

Thought Co: The Great Leap Forward

Tras el desastroso experimento de colectivización e industrialización denominado El Gran Salto Adelante (1958-1960) la posición de Mao en el aparato del Estado era insegura, y el surgimiento de una tendencia renovadora en la política china amenazaba con hacerlo a un lado. En 1967 se echó a andar uno de los procesos sociales más dramáticos y masivos en escala que haya visto la humanidad. Con el pretexto de evitar el "aburguesamiento" de la sociedad que comenzaba por los cuadros técnicos y las élites políticas, se puso en marcha la movilización de millones de chinos, predominantemente jóvenes, para romper con las viejas tradiciones y construir de una vez por todas la sociedad del futuro.


El choque entre los ideologizados jóvenes y la estructura social vigente no pudo más que ser dramático. Se denunciaba a los enemigos ideológicos dentro del Estado, muchos de los cuales fueron degradados, humillados o hechos a un lado. Fue particularmente drástica la acción revolucionaria en las instituciones educativas, donde los maestros eran vistos como elementos burgueses debido a su percibida superioridad intelectual. Las movilizaciones devinieron en vandalismo, y las denominadas Guardias Revolucionarias parecieron salirse de control.


Tras varios llamados al orden hechos por las principales figuras del gobierno los elementos radicales se fueron dispersando, no sin que millones de vidas fueran drásticamente afectadas. ¿Fue la Revolución Cultural una simple maniobra política que echó mano de las masas ideologizadas o un rompimiento con la tradición milenaria china del orden y la autoridad? Dado que se cimentó la posición de Mao, quien persistió como jefe del Estado hasta su muerte, podría pensarse que en realidad la revolución detuvo paradójicamente el cambio social inminente en China, que tendía hacia el capitalismo de Estado. Sin embargo, tras la muerte del Gran Timonel, se sucedería una completa reforma del sistema económico chino, un ejemplo más de la trama histórica de la civilización china, donde convive la estabilidad con el cambio, la revolución con el régimen.

PARA SABER MÁS:

Jonathan D. Spence, En busca de la China moderna, Tusquets.

Flora Botton, Historia mínima de China, El Colegio de México.

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