domingo, 22 de diciembre de 2019

Historia del transporte colectivo en Guadalajara. Episodio IV: Los trolebuses.

Para 1970 la ciudad de Guadalajara había alcanzado una población de 1,199,391 habitantes, sin contar los municipios aledaños. El crecimiento urbano se manifestaba en la construcción de nuevas colonias, centros comerciales, vialidades y lugares de trabajo, y redundó en mayor tránsito de vehículos y congestión de las vialidades.

Según la Comisión de Planeación Urbana (COPLAUR), el 86% de los tapatíos utilizaba para sus desplazamientos el transporte público, el cual, desde la desaparición de los tranvías, constaba sobre todo de autobuses de combustión interna. Estos camiones eran operados por once líneas que agrupaban a todas las rutas, y que pertenecían a dos empresas particulares: Alianza de Camioneros y Servicios y Transportes. Los camiones eran famosos por su incomodidad, por circular de forma caótica y por su saturación.

Al mismo tiempo que la Junta General de Planeación y Urbanización del Estado de Jalisco (JGPUEJ) diseñaba un Plan General Urbano donde se detallaba la estructura vial que desahogaría el nudo del centro urbano, diversos representantes de empresas extranjeras propusieron al Gobierno de Jalisco la construcción de sistemas de transporte colectivo por trenes, es decir, el Metro. Apenas un año antes se había inaugurado el Sistema de Transporte Colectivo en la Ciudad de México, con gran éxito, y es posible que se considerara factible su construcción en Guadalajara.


Las sucesivas delegaciones británica, japonesa y belga, sumadas a un proyecto local de la COPLAUR, abogaban por establecer el sistema de Metro en Guadalajara a un costo considerablemente menor al de Ciudad de México. Sin embargo, es casi seguro que, sin el apoyo de la Federación, el gobierno estatal no habría podido sufragar el costo de un tren que, para la época, era moderno y costoso. Eso no impidió que, al abrirse la nueva Calzada Federalismo (llamada inicialmente Eje Norte-Sur) se construyera un túnel con cinco estaciones por las que se preveía correría el Metro en un futuro cercano.

Tramo sur de la Calzada Federalismo, se aprecia la estación Colón en la intersección de la calle del mismo nombre con la avenida Washington, c. 1976

Según argumentó el gobierno estatal, no era aconsejable en ese momento construir un metro, por lo que utilizó un medio de transporte diferente: el trolebús. Dicho vehículo funciona a base de energía eléctrica que es suministrada por dos cables, a los cuales se sujeta el trolebús por dos cañas denominadas troles. El parque vehicular con el que se inauguró el Sistema de Transporte Colectivo de Guadalajara en 1977 constó de 100 trolebuses usados, provenientes de Chicago, con más de veinte años de antigüedad. Para 1979 estos trolebuses se encontraban en pésimas condiciones por lo que se llegó a sugerir su venta al Distrito Federal, sin embargo por la reacción negativa del público el Gobierno de Flavio Romero de Velasco (1977-1983) se comprometió a mejorar el servicio. Durante la década de los ochentas, se sumaron trolebuses de fabricación nacional, elaborados por Mexicana de Autobuses (MASA).


Los trolebuses continuaron circulando en condiciones cada vez más deterioradas, sobre todo desde la inauguración del tren ligero en 1989, el cual ocupó el túnel de la Calzada Federalismo. Varias rutas del SISTECOZOME (Sistema de Transporte Colectivo de la Zona Metropolitana) desaparecieron, y otras empezaron a dar su servicio con unidades de combustión interna a base de diesel.

Plano de las rutas del trolebús en Guadalajara a mediados de los noventas. Para la década siguiente sólo permanecían las rutas 400 y 500.

Finalmente, en la gestión de Aristóteles Sandoval, se declaró en quiebra a SISTECOZOME, y sus unidades pasaron a formar parte del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (SITEUR). Se adquirieron nuevas unidades y la antigua ruta 400 pasó a ser la Línea 3 del Sistema Integral del Tren (Sitren). El servicio es considerablemente mejor que en décadas pasadas, pero su extensión es muy limitada en comparación con el alcance histórico del trolebús. Debería considerarse, dada la tendencia a los vehículos eléctricos y a la saturación del transporte colectivo existente, crear nuevas rutas de trolebús, retomando un medio de transporte con gran tradición en la ciudad. El trolebús forma parte del pasado de la ciudad, ¿formará parte también del futuro?



PARA SABER MÁS:
www.trolleybuses.net
Fernando Martínez Reding, La nueva ciudad, Junta General de Planeación y Urbanización del Estado de Jalisco, 1976
José Ramón Cárdenas Nieto, El Sistema de Transporte Colectivo de Guadalajara: movilidad pública y crisis económica (1970-1982), tesis de licenciatura, 2019.

martes, 10 de diciembre de 2019

La Revolución Cultural en China: ¿lucha de clases o rompimiento de la tradición?

A lo largo de gran parte de la milenaria historia china la tradición confuciana destacó como la base de la sociedad y el Estado, al promover el orden y el respeto a la autoridad. Anclada en los rituales se sustentaba la estabilidad social que se encarnaba en el Estado y la familia. Los súbditos debían obedecer al Emperador, los hijos debían venerar a sus padres y ancestros, el aprendiz debía respetar al sabio, mientras que las figuras de autoridad debían mandar con justicia y templanza. Es muy posible que el confucianismo haya cimentado en una moral práctica las antiquísimas costumbres de la civilización china, y al convertirse en la ideología oficial del Imperio, se enraizó como algo más que una religión: un modelo de civilización.

Confucianism: Ancient History Encyclopaedia

Sin embargo, las revoluciones y cambios dinásticos sacuden la historia china, de forma que la visión histórica cíclica de dicha civilización cobra sentido. De forma aparentemente contradictoria pero acorde con la cosmovisión china tradicional conviven el cambio con la permanencia, el orden con la revolución. Las dinastías eran bendecidas por el Cielo al respetar la tradición pero perdían su Mandato al corromperse y romper el pacto social, y así transcurrió la historia de China hasta el siglo XX, cuando cae la última dinastía (Qing, conocida también como Manchú) e inaugurarse la primera República China. ¿Se habría roto la larga cadena de cambio y estabilidad?

En 1949 tomó el poder en China el Partido Comunista (PCCh) y consagró como ideología oficial el marxismo reinterpretado por Mao Tse-Tung. El materialismo histórico, tal como fue predicado por Karl Marx y Friedrich Engels, postula que la historia escrita de la humanidad es una continua lucha entre clases suscitada por la pugna por los medios de producción, la cual por medio del cambio dialéctico va transformando las estructuras de la civilización. El marxismo se originó en una sociedad en proceso de industrialización y como tal respondía a las contradicciones propias de su medio, pero paradójicamente triunfó allí donde se suponía no existía el desarrollo capitalista, sino que se mantenían las estructuras feudales, es decir, en Rusia inicialmente y China después.

Maoism: Encyclopaedia Britannica

El maoísmo se sustentaba en la clase campesina, en ausencia de un proletariado industrial insignificante en China, y sustituía con fervor y trabajo los obstáculos teóricos y reales que la construcción del socialismo presentaba a la República Popular China. La vía china al socialismo fue divergiendo al paso de los años de la ruta soviética, en particular tras la muerte del dictador Stalin en 1953, dando paso a un enfriamiento de las relaciones entre la URSS y la República Popular China. Mao advirtió a sus seguidores del peligro que entrañaba la burocratización de los cuadros revolucionarios inherente al proceso de construcción del Estado. No sólo esto era negativo en la ideología marxista (pues se corría el peligro de conformar una nueva burguesía) sino recordaba al pasado feudal chino, con sus clases de letrados privilegiados por el Imperio. Había que romper esa tendencia.

Thought Co: The Great Leap Forward

Tras el desastroso experimento de colectivización e industrialización denominado El Gran Salto Adelante (1958-1960) la posición de Mao en el aparato del Estado era insegura, y el surgimiento de una tendencia renovadora en la política china amenazaba con hacerlo a un lado. En 1967 se echó a andar uno de los procesos sociales más dramáticos y masivos en escala que haya visto la humanidad. Con el pretexto de evitar el "aburguesamiento" de la sociedad que comenzaba por los cuadros técnicos y las élites políticas, se puso en marcha la movilización de millones de chinos, predominantemente jóvenes, para romper con las viejas tradiciones y construir de una vez por todas la sociedad del futuro.


El choque entre los ideologizados jóvenes y la estructura social vigente no pudo más que ser dramático. Se denunciaba a los enemigos ideológicos dentro del Estado, muchos de los cuales fueron degradados, humillados o hechos a un lado. Fue particularmente drástica la acción revolucionaria en las instituciones educativas, donde los maestros eran vistos como elementos burgueses debido a su percibida superioridad intelectual. Las movilizaciones devinieron en vandalismo, y las denominadas Guardias Revolucionarias parecieron salirse de control.


Tras varios llamados al orden hechos por las principales figuras del gobierno los elementos radicales se fueron dispersando, no sin que millones de vidas fueran drásticamente afectadas. ¿Fue la Revolución Cultural una simple maniobra política que echó mano de las masas ideologizadas o un rompimiento con la tradición milenaria china del orden y la autoridad? Dado que se cimentó la posición de Mao, quien persistió como jefe del Estado hasta su muerte, podría pensarse que en realidad la revolución detuvo paradójicamente el cambio social inminente en China, que tendía hacia el capitalismo de Estado. Sin embargo, tras la muerte del Gran Timonel, se sucedería una completa reforma del sistema económico chino, un ejemplo más de la trama histórica de la civilización china, donde convive la estabilidad con el cambio, la revolución con el régimen.

PARA SABER MÁS:

Jonathan D. Spence, En busca de la China moderna, Tusquets.

Flora Botton, Historia mínima de China, El Colegio de México.